Que gustazo sentarte a jugar y encontrarte una propuesta como la que nos ha traído Mundfish con Atomic Heart. He de confesar que no le seguí mucho la pista antes de su lanzamiento, pero tras las primeras impresiones leídas en prensa y por redes me entró el gusanillo de probar esta distopía que algunos llamaban el Bioshock Soviético y gracias a Gamepass (¡Bendito gamepass!) tuve la oportunidad de probarlo el día de su lanzamiento.

Todo te recuerda a algo, pero nuevo

La primera sensación que tuve al empezar la historia a los mandos del Camarada Mayor Sergey Nechaev (aka P-3) fue la sensación de que me recordaba a muchas cosas, pero todas ellas para bien, si, evidentemente me recordaba a Bioshock y esos primeros momentos descendiendo a las profundidades submarinas de Rapture pero también me venían a la mente recuerdos de los Dishonored o Control.

Nos enfundamos en la piel de un antihéroe mal hablado fantásticamente doblado al castellano por Roberto Encinas, actor de doblaje de entre otros Nathan Drake en la saga Uncharted, que tiene como compañero a Charles, un guante con un sentido del humor ácido, cortante y muy bolchevique, haciendo que las conversaciones que te van desgranando la historia entre nuestro personaje y Charles te enganchen desde el principio y te hagan seguir el hilo de una trama que aunque simple se va enredando por momentos.

Una “rebelión de las máquinas” en pleno auge de la inteligencia artificial, suena bien.

Mundfish nos presenta en Atomic Heart un mundo en el que la Unión Soviética es vencedora de la II Guerra Mundial y es la primera potencia mundial en robótica y tecnología, el juego comienza con los preámbulos de presentación de PENSAMIENTO un sistema que permitirá comunicarse a las personas y dar órdenes a los robots sin hablar. Pero, por supuesto, algo sale mal y los robots se rebelan contra los humanos y no dejan a ningún humano con vida.

En medio de este caos que nos da un prólogo de unos 40 minutos espectacular, aunque quizás un poco sobrecargado de cinemáticas, tomamos el control de P-3, camarada mayor y brazo ejecutor del Ministro de Industria y jefe de la instalación 3826 el eminente científico Dmitri Serguéyevich Séchenov, un tipo que nos da un rollo regular desde que lo escuchamos hablar al inicio del juego pero esa opinión la dejo para vosotros según lo vayáis conociendo.

Gráficamente espectacular y con personalidad propia

Una de las cosas que más me sorprendió es el brutal apartado gráfico, la ambientación y el diseño artístico te hacen meterte en ese mundo desde el primer minuto del juego, las tonalidades rojas y el contraste con el blanco de las estatuas de mármol entran en tu cabeza dándole una esencia propia.

Podríamos decir que la ciudad donde se desarrolla el juego es la “ciudad que nunca duerme” ya que en exteriores siempre es de día y me he quedado con las ganas de ver un cielo estrellado y unas calles iluminadas por un precioso apocalipsis robótico, algo que si luce en zonas de pruebas o zonas interiores.

Un mundo un poco abierto

Durante los primeros minutos del juego, o más bien primeras horas, no tendremos una libertad de movimiento muy grande ya que comenzaremos la toma de contacto de las mecánicas jugables en una instalación cerrada de la que por supuesto tendremos que escapar. Es una vez sales a la superficie donde realmente empiezas a sentir la necesidad de recorrer cada rincón del mapa lo que te lleva a estar buscando constantemente cámaras de vigilancia para que no te detecten porque si bien la variedad de enemigos no es muy amplia los que hay son muy… cansinos y te aseguro que cuando el nivel de alerta llega al 2 la cosa se pone seria.

Hablando de los robots, me gustaría hacer mención a los jefes, porque te aseguro que vas a sudar aceite por los cuatro costados cuando te toque enfrentarte a ellos, pero eso mejor que los descubras por ti mismo/a.

Este mundo abierto podrás moverte libremente por todas las zonas para explorar y buscar chatarra y polímero para que NORA (luego hablamos de NORA) mejore tus armas y el guante. Todo esto si los poco amigables robots te dejan explorar, porque ya os digo que no será un paseo por el campo a los Shadow of the Colossus, me he quedado con la sensación de que Mundfish decidió que mejor hacer pocos tipos de robots pero mucha cantidad de los mismos. Robots que además se reparan entre ellos, lo que te dará momentos de estar liándote a tiros o mamporros con un grupo de enemigos en plena vorágine de tuercas y tornillos mientras ves que desde el cielo una especie de odioso dron está reparando al robot que habías tardado 5 minutos en matar, deliciosamente frustrante.

En todo momento dispondremos de un mapa para guiarnos por el pueblo que indicará las zonas de misión asi como las zonas de pruebas que son una suerte de mazmorras llenas de puzles y plataformeo donde encontrar las recetas para crear o mejorar nuevas armas, al más puro estilo RPG tendremos cofres de diferentes colores en función de la rareza de la receta que encontremos en él.

Pocos personajes, pero bien construidos.

Por trama es obvio que nos encontraremos a pocos personajes humanos en nuestra aventura, si bien los que nos encontramos están, aunque estereotipados, muy bien construidos y en este apartado quiero hacer mención una vez más al excelente trabajo de las actrices y actores de doblaje que ponen voz al juego. Desde los personajes más secundarios como el oficial de más alto rango del politburó Molotov, que a mi me ha recordado un poco a alguien, no sé, ¿alguien con una mancha en la frente quizás?, pasando por la Yaya Zina o el propio Stockhausen un científico alemán al servicio de Sechenov un poquito pedante, todos los personajes tienen una personalidad propia muy bien marcada y definida.

En el aparatado robótico destacar el desarrollo en si mismo de Charles como consejero, confidente, amigo y arma de destrucción masiva, las gemelas que custodian a Sechenov que se han vuelto muy virales en redes y por último NORA, la máquina que encontraremos en puntos de guardado que es la encargada de mejorarnos las armas, puntos de habilidad, almacenaje etc…, que nos obliga a recomendarte jugar con cascos, primero por la espectacular ambientación y efectos de sonido del juego en general y segundo por NORA, de verdad, mejor que nadie este escuchando cuando hable NORA.

Una primera persona muy necesaria.

Gran parte del éxito de este título radica en la implementación de la primera persona que te hace meterte en un mundo cuidado y trabajado que, aunque con algún que otro bug te hace disfrutar de cada palmo de terreno.

En cuanto al sistema de combate dispondremos de armas a distancia como pistola, escopeta, fusil, un lanzacohetes con el tierno nombre de “Gordito” y hasta 10 tipos distintos de armas que podremos “tunear” con las recetas que vayamos descubriendo en las zonas de prueba y por el mapa. Una capa importante y además muy definitiva para los combates es el añadido de el daño elemental a través de mejoras en las armas, para ello una vez desbloqueado el accesorio podremos cargar nuestra arma con cartuchos de fuego, hielo y electricidad añadiendo un plus a nuestros combates contra los robots y los jefes ya que estos tendrán diferentes fortalezas y debilidades a daño elemental.

Como arma distancia tenemos también el guante Charles, que vendrá ya equipado desde el inicio con un ataque eléctrico llamado ZAP que utilizaremos tanto para luchar contra enemigos como para resolver puzles. Además iremos desbloqueando mejoras y habilidades para nuestro compañero/guante de las cuales podremos equipar hasta 2 más además del ZAP como escudo, hacer levitar a los enemigos, rociarlos de polímeros para aplicarle daño elemental etc.. que además son combinables entre ellas, cuantas veces un buen chorro de polímero y un poquito de electricidad nos ha dado un respiro para curarnos en plena batalla.

Para el combate cuerpo a cuerpo dispondremos de distintas armas como hachas hasta alguna más contundente como la Sviózdechka, cada uno con sus estadísticas de daño o velocidad, dispondremos de un ataque rápido y un ataque especial o cargado.

Para mí en el combate cuerpo a cuerpo es donde realmente se luce esta vista en primera persona ya que mientras el combate a distancia no descubre nada nuevo y es bastante común en el cuerpo a cuerpo hay pocos juegos fuera de la Realidad Virtual que te hagan sentir la adrenalina de encontrarte la cabeza de un robot con bigote ocupando toda la pantalla y mirándote fijamente mientras te intenta estrangular, esto además aderezado con unos Quicktime Events que te mantendrán en tensión en todo momento.

No solo de combate vive el camarada.

Otro de los apartados que destacan en Atomic Heart son los puzles, el equipo de Mundfish no se conforma con el típico busca la tarjeta de acceso para abrir la puerta. El juego está cargado de puzles de lógica, ingenio y habilidad donde hasta abrir una puerta para atajar al punto de guardado más cercano pondrá a prueba tus reflejos.

Las mazmorras llamadas Zonas de pruebas son en si una secuencia de grandes puzles que tendrás que ir resolviendo para avanzar hasta llegar a los cofres y a la salida, habrá una gran variedad de puzles que alternaran entre la lógica visual y las plataformas con algunos de ellos muy originales y divertidos.

En conclusión

La ópera prima del estudio chipriota Mundfish ha conseguido que al menos a este humilde gamer le pique el gusanillo por saber que será lo próximo que nos ofrecerán. La ambientación impecable, la jugabilidad y el apartado gráfico hacen de Atomic Heart un juego con clara influencia de otros títulos pero con personalidad propia. Tienes sus peros, por supuesto, algún bug, alguna esquina del escenario en la que te puedes quedar atrapado en pleno combate y un par de crasheos que seguro arreglaran en próximas actualizaciones, pero ninguno de ellos desluce una obra hecha con mucho mimo y cuidado por los detalles. En definitiva, es un juego que me ha gustado mucho y que para ser, vamos a llamar semi-mundo abierto, no es demasiado largo ya que hablamos de unas 20 horas de historia principal a la que le puedes sumar sobre 10/15 más explorando y buscando coleccionables. Toda una fantasía distópica en un mundo en el que el debate sobre la inteligencia artificial y la domótica está a la orden del día. En el apartado político, quien quiera politizar un videojuego por favor que vaya a tener una charla NORA.

Hasta pronto camaradas.

    Lo que me ha gustado más:

    • El diseño artístico, la ambientación y la narrativa visual
    • El combate cuerpo a cuerpo
    • El doblaje al castellano
    • El diseño de los puzles y su integración con el escenario
    • Los jefes son todo un reto
    • El humor ácido e irreverente

    Lo que me ha gustado menos:

    • El juego te invita a la exploración, pero la cantidad y dificultad de los enemigos hace que acabe perdiendo interés e intentar llegar lo antes posible al punto de control
    • El combate a distancia no arriesga nada.
    • La trama tiene altibajos con momentos bastante predecibles.

    Jugado por: Rubén

    Plataforma: Xbox Series S

    Nº de Horas jugadas: 25 Horas

    Por Rubén Darío Vázquez

    Gamer desde la Master System II, padre y suficientemente loco para ser dueño de una tienda de videojuegos. Como decía mi abuelo: Ni te apures, ni te quedes atrás.

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